La trilogía nos sumerge en un fascinante viaje a través de varias generaciones en el que el caserío Gibola será el epicentro de la trama. En el corazón de la historia está Bittor, un hombre marcado por un pasado oscuro. A través de sus ojos, seremos testigos de cómo los ecos del pasado continúan resonando en el presente, desencadenando una serie de acontecimientos que ponen a prueba incluso los lazos familiares más sólidos.

Desde el descubrimiento fortuito de la existencia de Gibola por Nerea, la nieta de Bittor, hasta la revelación de los secretos más profundos que guarda el lugar, cada libro nos sumerge en un laberinto de intrigas y misterios donde nada es lo que parece.